De opositor a funcionario!!!
Antes de nada, quiero darte las gracias por apuntarte a este curso.
No me ha resultado fácil hacerlo, pero no por falta de tiempo o de ganas, sino por una cosa llamada “el síndrome del impostor”
Aunque en general es bastante desconocido, entre los emprendedores se habla mucho de ello, y estoy convencido de que todos en alguna ocasión lo hemos padecido.
Es, tal y como lo define la Wikipedia “un fenómeno psicológico en el que la gente es incapaz de internalizar sus logros y sufre un miedo persistente de ser descubierto como un fraude. A pesar de las pruebas externas de su competencia, aquellos con el síndrome permanecen convencidos de que son un fraude y no merecen el éxito que han conseguido. Las pruebas de éxito son rechazadas como pura suerte, coincidencia o como el resultado de hacer pensar a otros que son más inteligentes y competentes de lo que ellos creen ser. “
Es algo muy común entre aquellos que quieren aventurarse a emprender un negocio, pero piensan que no merecen cobrar por los servicios que prestan, ya que no son los mejores en su campo.
Pues bien, eso me ocurría a mí.
Jamás se me habría ocurrido pensar en aconsejar y guiar a opositores hacia su ansiada plaza. En el fondo, ¿quién soy yo para decirle a nadie cómo estudiar para sacarse la oposición?
Un simple funcionario de carrera, al igual que otros cientos de miles.
En este punto, y gracias a mi interés por el mundo del emprendimiento y sus constantes batallas contra este síndrome, descubrí que, en buena lógica, no hace falta ser el número uno para poder enseñar lo que sabes. Ni el número dos. Ni siquiera el tres. Basta con que sepas más que otros.
Imagínate el conocimiento sobre un tema concreto como una inmensa pirámide.
El que más sabe sobre eso está en la cúspide. Es el más top en su campo. Nadie sabe más que él… pero solo hay uno.
En la base se encuentran todos aquellos a los que les gusta el tema pero no saben nada de nada. Puede que lo hayan descubierto recientemente, o que no puedan dedicarle nada de tiempo ni esfuerzo. Esos son muchísimos.
Sin embargo, si tú te interesas en especial por una materia, o le dedicas mucho tiempo porque es tu hobbie o trabajas de ello, puede que no seas el mejor, pero seguro que tampoco estás abajo del todo. Te encuentras en un punto intermedio entre estas dos posibilidades, y cuanto más sepas más arriba estarás.
¿Qué significa eso? Pues que a la hora de valorar nuestras habilidades y conocimientos, solemos compararnos con los que tenemos por encima. Les admiramos, sabemos quienes son y somos
conscientes de que nos superan.
Sabemos que nuestro conocimiento y experiencia palidecen comparados con los suyos, y nos avergüenza que alguien más pueda hacer esa misma comparación o pensamos que nadie optaría por escucharnos a nosotros, habiendo otros mejores, o incluso nos abochorna pensar qué dirán aquellos que están por “encima” de nosotros.
Pero no pensamos en todos aquellos que están por debajo, y a quienes podríamos ayudar. Al menos a llegar a nuestro nivel. De hecho, es más sencillo que alguien que te ve cercano confíe más en tí, que hace poco estuviste dónde está él ahora, que en los gurús que pueblan las alturas, y cuyo conocimiento es tan elevado que no están siquiera interesados en enseñar las cosas básicas, para
principiantes.
Pues en ese punto estaba yo, indeciso sobre si lanzarme a hacer el curso, cuando entendí que podía ayudar a mucha gente con él.
Y para que veas que algo sí que sé de oposiciones, te contaré que todo empezó hace más de quince años.
Mi mujer me sugirió que intentase algo que siempre me había gustado: ser bombero municipal.
Sin dudarlo me apunté a una academia. Estudié, hice deporte de manera casi obsesiva, investigué sobre formas de mejorar mi capacidad de estudio, leí los libros de Ramón Campayo, Tony Buzan y otros sobre memorización, estudio y preparación de psicotécnicos… pero no bastó.
Suspendí las físicas la primera vez que me presenté, pero, lejos de darme por vencido, supe que eso era lo que quería hacer, así que seguí estudiando y preparándome full time en invierno y compaginando estudio y trabajo en verano.
Las técnicas que había aprendido parecían útiles, pero había demasiadas y no me centré en ninguna en concreto. Cometí el error de querer probarlo todo. Bueno, al menos ví qué cosas funcionaban rápidamente y cuales requería más dedicación y aprendizaje.
Mientras tanto, decidí presentarme a Policía Nacional junto a un amigo que se preparaba esas oposiciones.
Aprobé el examen de conocimiento, pero renuncié a seguir el proceso.
Al poco me presenté a las de bombero, pero del Consell Insular (algo así como provinciales). Pasé las físicas sin problemas y aprobé las teóricas con buena nota… pero tampoco fue suficiente.
Después me presenté a Policía Local, y descubrí que ser me encantaba esta profesión.
En la Academia también usé las técnicas y métodos que te explico aquí, y obtuve la (segunda) mejor nota de mi promoción.
Siendo interino, tuve que prepararme otra oposición para conseguir mi plaza en propiedad.
No fue nada mal, teniendo en cuenta que estoy trabajando, tengo familia y que no me puse a estudiar con la antelación que hubiera sido necesaria.
Usé las técnicas y métodos que me habían hecho sacar tan buena nota en el pasado, y que he usado durante este tiempo para aprender actualizaciones normativas y nuevas leyes.
Así que, después de mucho pensarlo, me he puesto manos a la obra.
No creo que este curso por si solo te sirva para conseguir tu plaza, pero sí puedo asegurarte que si interiorizas lo que aquí te explico, tu estudio experimentará un salto de calidad.
Aprenderás más rápido y mejor.
Pero no te relajes, porque aún así vas a tener que ponerlo todo de tu parte.
Las oposiciones son una competición. Para que unos ganen, otros tienen que perder. Un juego de suma cero. Así que deberás hacer un sacrificio para superar al resto de opositores que ahora mismo están estudiando lo mismo que tienes que estudiar tú, que puede que tengan circunstancias personales más ventajosas o que estén dotados de una memoria e inteligencia fuera de lo común.
Que nada de eso te obsesione, pero tampoco lo desprecies. Tienes que estar entre los mejores. Tu plaza depende de ello.
Si comparamos la oposición con una maratón, aprender lo que te enseño este curso te situará unos metros más adelante en la línea de salida. Partirás con ventaja, pero si no mantienes el
ritmo, si aflojas en tu esfuerzo, la ventaja obtenida se diluirá.
Así que no quiero entretenerte más, tienes mucho trabajo por delante.
Haz el curso, usa lo que viene en él, disfruta al ver los primeros cambios y… A POR TODAS!!!